Hacer atractivo un currículo es la gran labor de un postulante, colocar su historial laboral y detalles que lo hagan seleccionable es el objetivo; sin embargo, verificar que cada dato sea real es el trabajo de los reclutadores para cumplir con su meta: contratar al elemento correcto para un cargo. Según datos de Talentwise, consultoría […]
Hacer atractivo un currículo es la gran labor de un postulante, colocar su historial laboral y detalles que lo hagan seleccionable es el objetivo; sin embargo, verificar que cada dato sea real es el trabajo de los reclutadores para cumplir con su meta: contratar al elemento correcto para un cargo.
Según datos de Talentwise, consultoría del desempeño, más del 40% de hojas de vida tienen datos falsos, principalmente en los antecedentes laborales en donde se miente sobre las empresas en las que han laborado, los cargos que han ocupado y las habilidades que han desarrollado ¿La razón? El alto nivel de competencia que una sola vacante puede despertar.
Las entrevistas de trabajo son el primer filtro para que un reclutador detecte inconsistencias, pero ¿qué pasa cuando el lenguaje corporal y el ‘speech’ está bien ensayado que no hay falla? Aquí es el momento de hacer equipo con herramientas que concentren información pública y que permita verificar los datos del candidato.
¿Cuáles son los beneficios de usar la tecnología para corroborar los datos de tu candidato? ¡Saber que la persona que tiene al frente es honesta y en verdad cumple con los requisitos! Por eso, es momento de echarse un clavado al mar de herramientas de revisión de información y seleccionar aquella que concentre datos públicos sobre información laboral y penal, que te brinden certeza para tomar la mejor decisión en la selección y contratación.
Detectar quién “modifica datos” para apantallar y quedarse con un cargo es una forma de prevenir riesgos y cuidar a una empresa.
Y tú, ¿te dejas impresionar o das ‘Checks’ a cada detalle?